martes, 22 de diciembre de 2009

Se reducen los plazos para resolver las indemnizaciones de los represaliados


El plazo de resolución para las indemnizaciones a ex presos y represaliados políticos de la dictadura franquista se reducirá de seis a tres meses, según el decreto aprobado hoy por el Consejo de Gobierno, que modifica la normativa autonómica sobre la materia.

Los solicitantes, además, no tendrán que presentar a partir de ahora la fotocopia compulsada del Documento Nacional de Identidad.

De acuerdo con el nuevo texto, la competencia de instrucción de los procedimientos de indemnización se traslada al Comisariado para la Recuperación de la Memoria Histórica, órgano creado el pasado mes de junio, y la de resolución a la persona titular de la Viceconsejería de Justicia y Administración Pública.

Anteriormente, estas atribuciones correspondían a la Dirección General de Entidades y Cooperación con la Justicia y a la persona titular de la Consejería, respectivamente.

Las indemnizaciones autonómicas a las personas que sufrieron privación de libertad durante la dictadura franquista en Andalucía vienen concediéndose desde 2001, año en que se aprobó el primer decreto regulador.

Este texto fue modificado en 2003 para ampliar las ayudas a todas las personas que estuvieron en centros penitenciarios y campos de concentración por periodos de más de tres meses (inicialmente, sólo incluía los casos de más de tres años que quedaban fuera de las indemnizaciones estatales fijadas en 1990).

En 2006, el Gobierno andaluz aprobó una nueva modificación para establecer una indemnización en pago único de 1.800 euros y extender su cobertura a quienes no pudieron acogerse a las convocatorias de 2001 y 2003 por las dificultades para acreditar la documentación exigida en los plazos previstos.

Desde el año 2001, el Gobierno andaluz ha concedido estas ayudas a 2.469 personas, con un importe global cercano a los 10 millones de euros.

domingo, 20 de diciembre de 2009

"Sigo ilusionado con encontrar a Lorca"


Con 24 horas de reflexión y una vez asumido el golpe de que los restos de Federico García Lorca no han aparecido aún , Ian Gibson (Dublín, 1939), que publicó su primer libro sobre el poeta en 1971, encuentra esperanzas. "No estoy nada desilusionado o desesperado", explica por teléfono desde su casa de Madrid.

¿Cuál es su interpretación del informe de la Junta de Andalucía?

Conozco aquello como si fuera la palma de mi mano y creo que no se puede detener la investigación. Hace un año, un miembro de la Diputación de Granada señaló en el diario Ideal que en la construcción del parque, en 1986, se encontraron unos restos al vallar el recinto. No entiendo cómo no han investigado todas esas hipótesis.

¿No podría ser un bulo más de los que rodean a la muerte del poeta?

"Manolo Castilla tenía como referencia el olivo y un barranquillo"

Es cierto que hay muchos bulos, pero esto encaja perfectamente. Manolo Castilla [el enterrador del poeta] tenía dos claras referencias: el olivo y el barranquillo. A unos cinco metros del olivo en circunferencia, podría estar en cualquier parte. Ahora nos dice la ciencia que ahí hay una roca. Pues muy bien, pero no se ha excavado todo el linde con los chalets y ahí hay un muro construido sobre el lugar donde podrían estar los restos.

Entonces, ¿cree que los restos pudieran haber sido ya encontrados?

Debería investigarse toda la documentación de la construcción del parque por parte de la Diputación. Leo la declaración que Ernesto Molina [vicepresidente de la Diputación de Granada cuando se construyó] hizo hace tan sólo un año a Ideal y me quedo helado. ¿Cómo es posible que unos obreros encontraran restos y no dijeran nada? ¿Lo ocultaron? En la noticia dice que hallaron los huesos, los metieron en un saco y los enterraron en otro lado del parque.

La Junta asegura que nunca se encontró nada.

Pero este hombre dice otra cosa. Creo que la Junta tiene la obligación moral de seguir buscando. Es facilísimo de comprobar. Estoy muy ilusionado todavía.

¿Qué le parecen las revelaciones de la actriz Emma Penella en el libro de Gabriel Pozo?

La mayor novedad es que reconoce que su padre, Ramón Ruiz Alonso, firmó la denuncia. Respecto a lo del arrepentimiento de su padre, creo que era un hombre obsesionado con el catolicismo y quizá se asustó cuando publiqué mi libro con su entrevista en 1971.

Diego Barcala. Diario Público

sábado, 19 de diciembre de 2009

La ARMH abre un laboratorio para identificar cuerpos exhumados en toda España


La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha puesto en marcha en Ponferrada, en la comarca del Bierzo (León), un laboratorio para identificar los cuerpos exhumados de las fosas comunes en las que yacen víctimas de la represión franquista.

El laboratorio, que ha sido presentado hoy a los periodistas, está instalado en dependencias del campus universitario del Bierzo, cedidas a la ARMH por la Universidad de León.

El vicepresidente del colectivo, Santiago Macías, ha explicado que en estas instalaciones están haciendo "todo el trabajo forense con los restos que hemos sacado este año y el anterior en fosas del Bierzo y de otros lugares del país".

Macías ha precisado que se trata del lugar "donde se inicia todo el proceso, donde nos llega la información por parte de los familiares, se procesa, se investiga en fuentes documentales y donde más adelante ya se determina en qué lugares vamos a trabajar".

Además, en el laboratorio trabajan los médicos forenses que de forma voluntaria analizan los restos recuperados de las fosas para proceder a la identificación.

En el laboratorio de Ponferrada están ahora mismo los restos de 80 víctimas de la represión, la mitad de los cuales han sido ya identificados para entregarlos a las respectivas familias.

Macías ha apuntado que en el laboratorio se está trabajando en identificaciones de víctimas procedentes de Pontevedra, Zaragoza, Burgos, Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía, entre otros lugares de procedencia.

El vicepresidente de la ARMH ha detallado que a la hora de afrontar las identificaciones "lo más complicado es la investigación antes de la exhumación".

Fuente: Agencia EFE

viernes, 18 de diciembre de 2009

Lorca no aparece finalmente en la fosa indicada por su historiador


Los restos del poeta Federico García Lorca no están en ninguna de las seis supuestas fosas localizadas mediante georradar en el Paraje de Fuente Grande, en Alfacar (Granada). La búsqueda en la sexta y última zona ha concluido ya sin que hayan aparecido restos óseos, informan fuentes conocedoras de los trabajos. La excavación en la zona acotada que delimita las supuestas fosas concluye este viernes.

El equipo arqueológico apuraba hoy los trabajos de excavación. Estos concluirán en la mañana de este viernes con los últimos intentos en otros puntos del paraje que no fueron considerados como posibles fosas, pero en los que también se está probando porque podrían tener interés, según las fuentes.

Serán ya los últimos cartuchos. La consejera de Justicia de la Junta, Begoña Álvarez, ofrecerá este viernes a las 11 horas una rueda de prensa en Granada en la que anunciará los resultados de los trabajos, al menos en líneas generales. Francisco Carrión, jefe del equipo arqueológico, ultimaba en la tarde de hoy el informe sobre las tareas, antes de entregárselo a la consejera.
Impactos de munición

El Instituto Andaluz de Geofísica localizó mediante georradar seis posibles fosas en el Paraje de Fuente Grande, en una zona que diversos estudios históricos apoyados por testimonios directos señalaban como el más probable destino de los restos de Lorca, del maestro Dióscoro Galindo y de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. Según fuentes de la investigación, las tres referencias para la búsqueda eran un olivo, un monolito en memoria del poeta y una gran roca próxima. Según informó Carrión a la consejera en julio, en dicha roca se habían apreciado posibles impactos de munición, indiciarios de supuestos fusilamientos cometidos allí.

La excavación comenzó el 2 de noviembre en las zonas Z-1, Z-2, Z-4 y Z-5 y concluyó con el único hallazgo de una roca natural. La fosa Z-3 era, historiográficamente, la más interesante, porque su ubicación coincidía con el punto que el enterrador forzoso de Lorca, Manolo El Comunista, señalaba como destino de los huesos del poeta. Pero la exploración de este enclave también concluyó sin éxito a principios de mes. La siguiente opción era la Z-6, situada a apenas dos o tres metros de la Z-5 y, por tanto, también muy próxima al monolito en memoria del poeta ubicado en el lugar indicado por Manuel Castilla, alias El Comunista. Pero tampoco allí había restos óseos.

Fuente: Diario Público

viernes, 4 de diciembre de 2009

Lorca no aparece donde señaló su enterrador



Los restos de Federico García Lorca no se encuentran en el lugar en que su enterrador forzoso, Manolo El Comunista, aseguró haberle dado sepultura. De las seis posibles fosas localizadas mediante georradar, los arqueólogos ya han abierto y explorado cinco sin que aparezcan restos óseos, según fuentes conocedoras de la excavación.

La quinta, la última en abrirse sin resultados, es especialmente relevante, ya que se corresponde con el lugar en el que Manuel Castilla Blanco, apodado El Comunista, aseguró en 1955 y 1966 ante los investigadores Agustín Penón e Ian Gibson, respectivamente, haber inhumado el cadáver del poeta. Y ahí tampoco hay huesos. "No obstante, no podemos descartar que aparezca. Aún queda una fosa", señalan las mismas fuentes.

Los expertos del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada localizaron seis posibles enterramientos en la zona. Hay que destacar que los trabajos de georradar, que se desarrollaron entre los meses de septiembre y octubre, no detectan fosas comunes, sino alteraciones del terreno que son compatibles con las mismas. Hasta ahora, ninguna de las cinco zonas exploradas ha revelado la existencia de un enterramiento.

La excavación, que comenzó el 2 de noviembre dirigida por el arqueólogo Francisco Carrión, se centró primero en cuatro de esas áreas, que fueron previamente acotadas y cubiertas por una carpa: Z-1, Z-2, Z-4 y Z-5. El resultado del trabajo en estas zonas fue únicamente el hallazgo de "una gran roca" natural, según el informe enviado por Carrión a la Consejería de Justicia, promotora de toda la iniciativa.

Fuente: Diario Público. Ángel Munárriz

martes, 1 de diciembre de 2009

Retrato de los últimos días de Lorca


El primer aviso para Lorca llegó el 6 de agosto de 1936, cuando una escuadrilla capitaneada por el miliciano falangista Manuel Rojas siniestro protagonista de la matanza de Casas Viejas llega a la Huerta de San Vicente, donde se aloja el poeta, para hacer un registro. Aún no se lo llevan. Al día siguiente, Lorca rechaza una invitación a la huida. Quiere creer, confiar en que se imponga la razón. Pero el 9 de agosto diez hombres armados regresan a por tres hermanos del casero, Gabriel Perea, falsamente acusado de asesinato. Lorca, aterrado, cobra la certeza de que será el próximo. Esa noche se va en taxi a la casa del poeta Luis Rosales, hermano de dos destacados falangistas de Granada.
El poeta lee la prensa, escucha la radio y sólo encuentra motivos para el pesimismo, más aún cuando se entera de que una cuadrilla, encabezada por Francisco Estévez, ha ido el día 15 a la Huerta. Esta vez, lo buscaban a él. La madrugada del 16 fusilan a Manuel Fernández Montesinos, cuñado del poeta y ex alcalde.
Encerrado y asesinado
Los militares hacen inútiles los intentos postreros de trasladar a un Lorca ya deshecho. Lo detienen en la tarde del 16. Las gestiones ante el activista de derechas Ramón Ruiz Alonso fracasan. En el documental La maleta de Penón, Marta Osorio resume la soledad del poeta en la hora clave: "Nadie se expuso para salvarlo".
El escritor pasó del relativo optimismo a la preocupación. Después, fue presa del terror
Queipo de Llano, jefe rebelde en Andalucía, da el visto bueno a la ejecución cuando Lorca ya se encuentra en el Gobierno Civil, de donde sale el 18 de agosto con al maestro Dióscoro Galindo. Ambos son trasladados en coche a la finca La Colonia, donde coinciden con los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. Lorca pasa sus últimas horas encerrado en la planta baja. Los reos son conducidos a Alfacar, hasta el barranco de Víznar. Lorca muere allí fusilado en la madrugada del 19 de agosto, al pie de un olivo. En esa zona, donde el enterrador forzoso Manuel Castilla testimonió ante Penón, primero, y luego ante Gibson, haber dado sepultura a poeta, comienza ahora la búsqueda.

Fuente: María Serrano. Diario Público